Los aspectos más técnicos de retrato son para mí, los más aburridos. Pero aquí van algunos:
Tamaños de encuadre de un retrato: plano general (cuerpo entero), plano americano o tres cuartos (de rodillas a la cabeza), plano medio (de cara hasta la cintura del retratado), plano medio corto (cara y pecho), primer plano (solamente la cara y los hombros), primerísimo primer plano (solamente la cara).
Quizás los encuadres más populares cuando pensamos en retrato es un plano medio corto o un primer plano.
En cuando a ópticas para fotografía de retrato, quizás el 50mm y el 85mm son los más populares pero hay retratos maravillosos hechos con 35mm, con 200mm y fotógrafos como Platon que utilizan lentes angulares para hacer retratos. Lo bonito es conocer como cada lente va a comprimir el espacio y el retratado de una forma diferente dandole a la fotografía una personalidad diferente.
En términos generales me arriesgaría a decir que las ópticas con una focal mayor (teleobjetivos) crean imágenes más elegantes y que las ópticas más angulares harán que tu imagen se vea más cercana y humana.
La iluminación
La iluminación de un retrato lo es todo. Dice que ves, lo que se esconde, crea volúmenes, da dimensión al espacio para que una imagen no se vea plana, aporta personalidad a la imagen y al retratado, crea emoción y significado. Es un tema demasiado amplio para tratar en este blog.
Sí me gustaría decir que el tipo de luz, su orientación, el número de fuentes de luz, el color, son todas decisiones que no se deberían tomar de una forma gratuita sino que debería guardar una relación íntima con el personaje y la emoción que se quiere transmitir. Cada detalle cuenta pero la iluminación más.
El retrato más íntimo
Dejando ya de un lado al retrato corporativo, los books de actores y modelos, hay un mundo de imágenes que vienen a contar historias de personas y personalidades que trascienden lo profesional y nos permiten adentrarnos en los recovecos más íntimos de la persona.
Retrato intimista, retrato sicológico son dos formas de referirse a un tipo de retrato donde el fotógrafo se centra en la emoción o el sentimiento delante de la cámara. Captan pequeños momentos de la intimidad de la persona en muchas ocasiones fruto de la conexión del retratado con sus propias emociones.
En este sentido el papel del fotógrafo es como el de un gurú, un guía espiritual, que crea en el set las condiciones necesarias para que esa persona pueda despojarse de cualquier máscara social y encontrar intimidad consigo mismo.
Siendo este el tipo de retrato que más me gusta, me gustaría compartir algunos nombres de mis referentes, mucho de ellos considerados entre los mejores fotógrafos de retrato de su tiempo y que sin duda deberías chequear:
Richard Avedon, August Sander, Irvin Penn, Peter Lindberg, Cristina Garcia Rodero, Martin Munkacsi, Christopher Anderson.
El retrato a diferencia de la publicidad no vende ningún producto, ni genera ventas por eso muchos de estos fotógrafos tuvieron que trabajar en publicitaria o de moda.
Me gustaría saber quién es en tu opinión la mejor o el mejor fotógrafo de retrato de México en estos momentos?
Si tú tienes alguna fotógrafa o fotógrafo de retrato cuyo trabajo admires me encantaría saber de su trabajo. Te invito a compartirme su perfil en Instagram @georgie.uris
Sesión con Jordan Sol
o lo bien que se nos ve cuando nos permitimos ser nosotros mismos. Ortodoncista a nivel artista.
La Mirada
Los ojos son ciertamente el espejo del alma. Si te fijas en los ojos de un retratado con suficiente atención puedes llegar a reconocer si el estamos emocional de esa persona en el momento en que la foto es tomada. Algunos fotógrafos lo describirían como “el acting” o ” el mood” del retratado, refiriéndose a esa emoción que se quiere proyectar con la fotografía en cuestión.
En algunos retratos ese mensaje no es coherente. El lenguaje corporal del modelo no se siente natural, orgánico, se ve posado, artificial. En ocasiones en una postura que no se corresponde el estado anímico del retratado.
Sin necesidad de ser expertos de la fotografía todos podemos sentir cuando una sonrisa es genuina, o alguien posee la relajación o la firmeza que desea proyectar con su lenguaje corporal.
Por este motivo, uno de los trabajos más importantes del fotógrafo, es dirigir al modelo, guiarlo en el proceso. Crear un entorno de seguridad y confianza que permita al modelo relajarse y conectarse con sus emociones.
Silvia Galván
Como suele suceder en la mayoría de mis sesiones. Los primeros 15 minutos aproximadamente ( estos tiempos pueden variar mucho dependiendo del modelo y tiempo disponible) son para aclimatarse al set, para que la modelo y el fotógrafo se acomoden.
Establezcan una comunicación o una conexión que en ocasiones es no verbal. El fotógrafo busca ángulos que le funcionan, ajusta la luz y otros parámetros de la cámara, mientras la modelo espera instrucciones o establece una comunicación con la cámara.
Habla con su lenguaje corporal y su mirada, proyectando emociones, ideas, sensaciones. Aquí se suele dar en mi opinión uno de los errores más comunes del retrato, cuando el retrato intenta proyectar una emoción de la que no se es dueño en ese momento.
Poner una posee de reflexión profunda cuando en realidad no se está concentrado, proyectar una mirada sensual cuando en realidad no se experimenta esa sentimiento, fingir una sonrisa durante los segundos que se espera el disparo del obturador. Y eso se nota. Lo sabemos cuando vemos
Si bien hay actores y modelos capaces de interpretar emociones delante de una cámara. La mayoría de los persona no tienes esa capacidad y puede resultar en fotos que carecen de autenticidad.
Sentir y no fingir
Cuando Silvia se sienta delante de la cámara en un primer momento interpreta emociones que considera oportunas, actuar para la cámara. Sin embargo Silvia no es actriz, es una profesional del estilismo, una de las mejores y una referencia para muchas mujeres pero su especialidad no es actuar delante de la cámara.
Mi trabajo como fotógrafo es reconducir la situación, hablar con Silvia para que no actúe y simplemente este presente, conectada consigo misma, para que se deje de estar pendiente de la cámara y simplemente se sienta a gusto consigo misma.
La invito a que deje de mirar a la cámara y se olvide de mi presencia y cuándo finalmente hemos roto la dinámica de “actuar para una cámara” consigo que aparezca Silvia en su versión más auténtica y me regale un momento sincero.